Enamorada de Menorca de los pies a la cabeza, Ona Carbonell es nuestra musa de la natación sincronizada, una sirena coleccionista de medallas y tres veces olímpica, que descubrió su gran pasión en su tierna infancia, primero en Cala Alcaufar y más adelante en Es Murtar, una pequeña urbanización situada cerca de sa Mesquida. Sus exhibiciones en agosto durante las fiestas patronales de la pequeña cala, forman parte desde siempre del programa y es que Ona, ha crecido como una vecina más, rodeada de amigos y amigas menorquines a los que aprecia de verdad.
Menorca, sin duda, significa para ella la desconexión total, su oasis de paz, su descanso reparador entre competición y competición, algo que sus entrenadores saben muy bien. De la mano de Bonnin Sanso, este año la hemos podido ayudar a materializar uno de sus sueños, el sueño de poder tener un refugio propio en la isla. Dice que si algún decide perderse, le gustaría que fuera aquí.