Hace tiempo que Menorca mira con entusiasmo su cielo estrellado. Fue en 2014 cuando el Grupo Balear de Ornitologia y Defensa de la Naturaza de Menorca (GOB) propuso convertir la Isla en Destino Turístico Starlight para poder respetar el derecho a la contemplación del cielo nocturno sin contaminación lumínica alguna. Una petición medioambiental pero también turística, que el Consell Insular asumió como propia y que se consiguió en 2019 cuando se pudo acreditar a Menorca como Reserva Starlight.
Con este sello, la Isla ha pasado a convertirse en la primera destinación del Mediterráneo en obtener esta doble acreditación como reserva y como destino Starlight, pasando a formar parte de los trece territorios del mundo que han obtenido dicha certificación como reserva y uno de los veintiocho destinos mundiales que gozan de excelentes cualidades para la contemplación de los cielos estrellados.
Sin embargo, esta certificación es el punto de partida de un proyecto ambicioso para que locales y visitantes se den cuenta de la riqueza del cielo estrellado, cuyo propósito pasa por apostar por el turismo de estrellas y disponer de tres miradores estelares en puntos estratégicos así como recuperar el Observatorio Astronómico de Ciutadella para que realice una función educativa.
