Menorca celebra este 2018 los 25 años de su declaración ante la UNESCO como Reserva de la Biosfera. Más de dos décadas desde aquel 7 de octubre de 1993 en el que se premió y reconoció el hecho de ser ejemplo para el mundo, por su perfecto equilibrio territorial entre la convivencia de actividades económicas, la conservación de las reservas naturales y la preservación del patrimonio y del paisaje.
Se reconoció el desarrollo sostenible de Menorca y se puso en valor la importante diversidad de hábitats mediterráneos y espacios naturales protegidos existentes en la isla como son Parc de S’Albufera d’Es Grau, Illa d’en Colom, Cap de Favàritx; o la preservación de su litoral con amplias zonas de playas y calas vírgenes.
La totalidad de los municipios menorquines se incluyeron en la declaración, formando parte de un territorio humanizado, con un paisaje rural tradicional muy rico. Los pueblos bien conservados en todas las zonas, los excepcionales cascos antiguos de Maó y Ciutadella y el rico patrimonio prehistórico, como los talaiots y taules.
Durante todo el año se han programado charlas, exposiciones, actividades y talleres que deben servir para no olvidar que el trabajo de conservación y mantenimiento del equilibrio perdura todavía y que algo muy importante queda aún por hacer. El importante paso hacia una energía más verde, la autosuficiencia hidrológica fruto de un trabajo de aprovechamiento y utilización razonable del agua, entre otros retos.
Desde Bonnin Sanso seguiremos contribuyendo con nuestro trabajo a la sensibilización, la preservación de nuestro paisaje y nuestro territorio así como un respeto por el patrimonio recibido para que lo puedan seguir disfrutando las generaciones futuras.