Es una de las visitas obligadas cuando se visita Menorca y de hecho, se calcula que el Monte Toro, cada año recibe más de un millón de personas, convirtiéndose en la atracción turística gratuita más frecuentada. Si la Isla tiene una extensión de 702 km2, la mayoría de los cuales por debajo de los cien metros sobre el nivel del mar, su cima tiene 361,6 metros de altitud (algunos miden 357) y está encima de la parte de Tramuntana de la isla. Ubicada a las afueras del municipio de Es Mercadal, en el centro de Menorca, sus terrenos corresponden a la era primaria, los más antiguos. Esto hace que el Monte Toro esté protegido medioambientalmente, formando parte de la Xarxa Natura 2000 como una zona ZEPA, es decir, un espacio de concentración de biodiversidad vegetal.
La subida se puede hacer a pie o en bicicleta pero os aconsejamos subir en coche ya que dispone de un amplio y cómodo parking, en el que poder aparcar. Los días despejados ofrece una vista espectacular de la isla e incluso parte de la vecina Mallorca y su esplendorosa Serra de Tramuntana.
En la cima se erige el Santuario de la Mare de Déu del Toro que da nombre a la montaña. Cuenta la leyenda que unos monjes que subían la montaña a través de un denso bosque, se toparon con un toro furioso que les impedía el paso. Sin embargo, al ver los crucifijos de los monjes, les acabó guiando por el camino. Durante la travesía se encontraron unas rocas muy altas pero el bravo animal ayudó a destruirlos para que pudieran proseguir. En la cima, ante la luz que brillaba proveniente de una cueva, el toro se inclinó. El motivo es que dentro estaba la virgen con el niño Jesús. Los monjes se la llevaron a su convento pero al día siguiente, volvía a estar en la cima. Allí construyeron una capilla y más tarde un convento en el que todavía habitan las religiosas.
Hoy en día existe una iglesia del 1670, construida sobre otra iglesia gótica, una torre de defensa, un patio, un restaurante y una tienda de artesanía.