Día a día estamos más preocupados por nuestra salud, por la calidad y la trazabilidad de los alimentos que ingerimos y por los buenos hábitos. Una buena solución que resuelve bien estas tres demandas se basa en cultivar nuestras propias verduras en casa. Quizás por este motivo, cada vez más están proliferando los llamados huertos urbanos.
El primer paso que se tiene que tener en cuenta para montar un huerto de estas características es la situación. La luz es el motor fundamental de los vegetales y por lo tanto, cualquier balcón o terraza que tenga una luz directa durante al menos, 6 horas, nos permitirá obtener una buena cosecha.
El segundo punto a tener en cuenta es el riego. En el caso de querer ir de vacaciones o no tener tiempo de regar diariamente, será necesario instalar un sistema de riego automático. Suena complicado pero no lo es, y en cualquier tienda de bricolaje, nos podrán proveer con todo lo necesario. Incluso a través del reciclaje de una botella de plástico micro-perforada, podemos conseguir disponer de un práctico sistema de riego de estas características, para momentos puntuales.
Si tenemos resuelto el tema de la luz y el tema del agua, nos faltará decidir el contenedor. Es importante que reúna las siguientes características:
- Que sea ligero para facilitar el transporte dentro del balcón y no sobrecargar la estructura del edificio.
- Que tenga un buen drenaje.
- Cuanto mayor volumen, mucho mejor.
- Impermeable a los cambios de temperatura de raíces, sobretodo en macetas pequeñas.
El último paso será la elección de la tierra, también llamado sustrato. Algunos sustratos de jardinería pueden contener residuos de fangos de depuradora con elevado contenido en metales pesados. Desconfiemos de los sustratos económicos y sin etiquetas para poder ver todos los ingredientes. La fibra de coco es un muy buen sustrato por ser ligero, con elevados poros y gran estabilidad.
En los próximos meses, os iremos dando consejos de plantación para que el cultivo, sea todo un éxito.