Las alfombras son una de las grandes aliadas de la decoración porque no solo nos ayudan a vestir nuestro hogar, sino que también son un aislante natural que transmite sensación de confort y aportan la mejor solución para poder delimitar espacios de la casa con elegancia. Estilo, color y tamaño son las principales premisas.
Dependiendo del uso que les queramos dar y también del presupuesto, la variedad es muy amplia. Para dar un toque exclusivo, por ejemplo, las alfombras tejidas con fibras naturales son ideales. Si las comparamos con las acrílicas o de nailon, resultan más bien caras. Las tejidas en lana de forma artesanal son también muy preciadas porque son muy duraderas y ofrecen un gran confort, además de ser antialérgicas. Para Menorca, en cambio, encajan mejor las alfombras de algodón porque al ser muy frescas, son ideales para los meses de verano.
Si hablamos de color, hay una serie de elementos a tener en cuenta porque no hay que perder de vista que el color de la alfombra, influye en los futuros cambios de diseño de nuestros muebles e incluso, en el diseño de toda la casa. En este sentido, no hace falta escoger un color que coincida exactamente sino que podemos optar por algún tono que complemente el estilo de vivienda que tenemos. Si buscamos que nuestro salón o nuestro comedor parezca más amplio y luminoso, debemos usar colores claros. Los tonos oscuros, por su parte, proporcionan un ambiente acogedor.
Pero alerta, no caigamos en la tentación de escoger una alfombra blanca si tenemos niños y mascotas en casa porque nos podríamos arrepentir. Lo ideal seria pedir muestras para llevar y así podríamos probar como nos encajaría definitivamente un color en casa.
