Entre las costumbres navideñas que han arraigado generación tras generación a lo largo de los años, tiene un especial protagonismo el teatro religioso en versión infantil con ángeles, diablillos y pastorcillos. Asistir cada Navidad a una representación de “Els Pastorells” en algunos de los teatros de la isla para contemplar el nacimiento de Jesús y la adoración de los pastorcillos (de aquí el nombre de “pastorells”), es una tradición que no puede faltar. Su origen es claramente religioso y medieval pero su gran incursión en Menorca no fue hasta el siglo XIX y principios del XX, sobretodo en el campo del teatro infantil.
Son muchas las representaciones que han llegado hasta nuestros días. Algunas han pasado de mano en mano de manera anónima pero muchas, tienen autores conocidos. Las más antiguas tienen una presencia religiosa más destacada pero con el paso del tiempo, se fueron introduciendo temas profanos con la finalidad de divertir al público y se empezadon a reproducir aspectos de la vida cotidiana en formato cómico.
Lo curioso es que no toda la Isla, lleva a cabo el mismo tipo de representación de “Els Pastorells”. En Mahón, Es Castell, Sant Lluís y Es Mercadal se lleva a cabo una versión que proviene de la “Comedia de los Pastorells” de 1870, escrita por el párroco Roc Coll. En el centro educativo de La Salle de Alaior, desde 2011 se ha recuperado una versión del escritor Ferrer Magí.
Por su parte, Ciutadella es el municipio cuyas representaciones han mantenido un mayor empuje. El Centro Catequístico de Sant Miquel escenifica cada año “Els pastorets” desde mediados de los años cuarenta. Al principio se representaban básicamente los escritos por Josep Maria Folch i Torres, los de Rosend Llates o los de Bato i Borrego, de autor desconocido. A principios de los años 60, Jaume Anglada escribió “Llum del cel” que se representó hasta principios de los setenta, cuando se volvieron a interpretar textos antiguos. Actualmente se representa una versión escrita en 2004 por la directora teatral Maria Genestar, que escribió un guión del nacimiento de Jesús ambientado en la Ciutadella de los años 60, jugando con paralelismos que vivieron José y María con los de una pareja de la Menorca de entonces.