Si existe un lugar ideal para recorrer la historia desde sus orígenes hasta la actualidad es el Museo de Menorca. Ubicado en el antiguo convento de Sant Francesc de Maó, se trata de la institución museística más importante que tiene la Isla. Acaba de ser remodelado y tras ocho meses de obras y una inversión superior al medio millón de euros, con un proyecto que ha abordado la reforma de la exposición permanente situada en la primera y segunda planta del edificio así como la adecuación de las zonas de recepción, las salas temporales, el taller de restauración, el espacio didáctico y un nuevo espacio familiar.
Pero seguramente lo más interesante de esta transformación es la posibilidad de pasearse literalmente por la evolución histórica de Menorca a través de siete áreas temáticas cronológicas con las que se ha dividido la visita. Gracias al apoyo de medios interactivos, audiovisuales y recursos didácticos, permite al visitante descubrir el territorio y riqueza patrimonial del conjunto de Menorca, empezando en la prehistoria, con los primeros pobladores de la Isla hasta la actualidad, pasando por la época romana, de la Menurka Islámica, los tiempos de la reconquista cristiana o las sucesivas dominaciones francesa, británica y española, entre otros momentos clave.
Entre los bienes culturales expuestos destacan el cráneo de myotragus, una especie autóctona de la isla hoy en día extinta, el mosaico romano de Isla del Rey, o la obra del pintor menorquín del siglo XIX Pascual i Calbó, miembro además de la Sociedad Mahonesa, que destaca por su calidad artística e intelectual.
Desde su re-apertura en julio de 2018, las visitas solo han hecho que crecer y ya han pasado más de 20.000 personas. Antes de la visita, aconsejamos consultar horarios y si hay alguna exposición temporal que nos pueda complementar un fantástico día de museo en familia.