Si a los ingleses hay que reconocerles la providencial introducción de la ginebra en nuestra isla hace más de trescientos años, cuyo máximo exponente está simbolizado en la marca Xoriguer, también les debemos el hecho de que hoy en día Menorca disponga del un campo de golf. Fue a finales de los años ochenta cuando el británico Hugh Brown decidió fundar el Club Son Parc con la idea de transformar aquel campo de patatas en el que se jugaba entonces y dar rienda suelta a su pasión por este deporte de origen escocés.
Si bien la apuesta por este tipo de turismo ha sido muy clara en Mallorca, que cuenta con 23 campos, Menorca dispone de una sola instalación de estas características que atrae cada año a golfistas nacionales y de toda Europa, manteniendo una envidiable actividad deportiva durante todo el año. Localizado en la urbanización de Son Parc, en el municipio de Es Mercadal, se accede a través de la carretera ME-2 y está localizado geográficamente entre Arenal d’en Castell y la Bahía de Fornells.
El autor del diseño del campo es Dave Thomas, jugador de la prestigiosa Ryder Cup y subcampeón del British Open. El desarrollo del campo se llevó a cabo en diversas etapas hasta convertirse en un campo de golf reglamentario de dieciocho hoyos. El campo abre los 365 días del año, ofreciendo clases de golf tanto para nuevos jugadores como para los que quieren perfeccionar su swing. Además, está muy enfocado para que pueda jugar toda la familia, organizado asiduamente torneos y competiciones para todos los niveles durante todo el año. Una de sus principales obsesiones ha sido acercar la practica del golf a los más pequeños y por eso cuenta con un extenso programa de formación, además de convenios con las escuelas de Menorca para su practica.
¿No es un lujo jugar a golf un día de invierno soleado con temperaturas a más de 10 grados?
