Verano, solecito y unas ganas tremendas de organizar una barbacoa en casa con los amigos. Aquí van nuestros barbacoa-consejos desde el Blog de Bonnin Sanso:
Barbacoa: Portátil, de obra, de gas o eléctrica, sea cual sea la que tengamos, es necesario que la parrilla esté siempre colocada a más de 10 cm por encima de las brasas.
Combustible: ¿Carbón de leña o astillas de madera? La ventaja del carbón es que cuece más rápido pero la madera es siempre más aromática. Optemos siempre por un carbón de calidad y si tenemos alguien que nos pueda facilitar restos de madera de viña, por ejemplo, nos dará un toque final. En cualquier caso, evitemos usar gasolina para prender el fuego por peligrosidad y porque impregna un sabor desagradable a la comida. Mejor siempre pastillas de encendido de aceite vegetal o papel de periódico.
Utensilios: Tener previstos unos guantes, unos alicates de carbón para recoger las brasas, unas pinzas para poder dar la vuelta a la carne y un cepillo de alambre para limpiar la rejilla cuando hayamos acabado mientras todavía esté caliente.
Cocción: Encender la parrilla con antelación. Las brasas deberán estar completamente blancas por encima, es decir, que el carbón o la madera deberán estar completamente quemados. Hay que saber que la barbacoa cocina los alimentos por la radiación (y no por contacto como una estufa, por ejemplo). Se debe jugar con la intensidad de la radiación, colocando la carne cerca o lejos de las brasas. Y como que no es lo mismo cocer verduras, un chuletón o un pescado, que tiene una carne más delicada, aconsejamos crear zonas de mayor o menor calor, amontonando las brasas a un lado de nuestra barbacoa en función del tipo de alimento.
Por último, los buenos chefs recomiendan mejor salar la carne una hora antes para que se pueda fundir. Durante la cocción, dorarla por cada lado y si hay chispas, separar la carne de la llama hasta que vuelva desfallecer. Por último, una vez cocida a gusto del comensal, mejor dejar reposar manteniendo caliente.