El tramo que os recomendamos en esta ocasión, es de los tramos mejor conservadas del litoral menorquín, además de incluir diferentes opciones de visita cultural muy interesantes. Todo el camino transcurre por una zona declarada por la Unión Europea como Lugar de Importancia Comunitaria (LIC) y Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA). Por ello, los amantes de la ornitología aprovechan esta ruta para deleitarse con la observación.
El tramo de hoy empieza antes de entrar en la playa de Cala Tirant, que goza de un interesante sistema dunar con importantes comunidades vegetales. Al salir de la playa, el camino recorre el litoral. En estos tramos de costa podemos observar hasta cinco géneros distintos de «socarrells» el arbusto espinoso endémico de la isla del que otras veces hemos hablado en las rutas del Camí de Cavalls.
Cerca de la carretera del Faro de Cavallería, nos encontramos con el Ecomuseo del Cabo de Cavallería, una visita recomendada si vamos con tiempo y tenemos la suerte de encontrar abierto. Más adelante encontraréis el yacimiento romano de Sanitja, otro punto destacado para hacer una parada. Por cierto, ya que nos vamos deteniendo en lugares interesantes, también se puede caminar un tramo para llegar hasta al Faro y contemplar sus fantásticas vistas.
El camino vuelve a pasar al lado del mar en la playa de Cavallería, famosa por los fangos rojizos que sirven para el tratamiento epidérmico y que provoca que muchos bañistas, utilicen para frotar su piel. La siguiente playa es Cala Mica y a partir de aquí el camino tiene la pendiente más pronunciada de todo el tramo. De todas formas, no subiremos más que 60 metros, eso sí, con un fuerte desnivel para llegar a la playa de Binimel·là. Cerca del parking de la playa hay un restaurante que abre solo durante los meses de verano, un buen sitio para tomarse una cerveza bien fría después de la caminata.
Distancia: 9,6 km
Tiempo estimado con paradas en puntos interesantes: 4 horas
Dificultad: mediana