Antes y después: de un piso antiguo en el centro de Mahón

La rehabilitación de un piso antiguo en el centro de Mahón, siempre es una buena noticia volver a darle vida y uso después de años de abandono. Hoy queríamos explicaros cómo una vivienda que llevaba más de 20 años inhabitada, le han concedido una segunda oportunidad, proporcionando un nuevo hogar con carácter e historia, pero con todas las comodidades que hoy en día necesitamos.

Cierto es que su dueño, Ignacio Romera, es un arquitecto especializado en rehabilitación de casas y en eficiencia energética, y su vasta experiencia hizo más fácil que viera el potencial de la propiedad. Además nuestro comercial Jose Pons, supo captar al instante la idea de Ignacio que buscaba algo económico en el centro de Mahón, y que no le importaba su estado de conservación pero que tuviera encanto. Su objetivo era poder disfrutar con el proceso de rehabilitación que tendría por delante. La verdad es que con tan solo cuatro o cinco visitas a distintas propiedades, este profesional ya se decidió por uno de los pisos que le había enseñado Jose, y en poco menos de un mes, firmaba la compra ante notario y se lanzaba a empezar el trabajo de renovación antes de alquilarla.

No pretendía llevar a cabo una obra mayor, sólo quería limpiar y quitar todo aquello que durante el paso de los años se había sumado en la casa y que le restaba encanto, como por ejemplo falsos techos, antiguos frisos de PVC en las paredes, y demás elementos, dejando así al descubierto la esencia de la construcción. Puso gran esfuerzo en la terraza, la cual no se podía utilizar porque estaba llena de obstáculos, como antiguas salidas de humo, depósitos de agua y antenas de televisión que impedían su disfrute.

 

La siguiente fase del proyecto consistió en proporcionar mayor entrada de luz natural, acondicionar la vivienda y aislarla del frío y del calor para conseguir el mayor confort posible y hacerla más eficiente. El toque final fue el interiorismo: sobre ahora ya un lienzo en blanco se decantó por una decoración moderna contrastaba con la antigüedad de la casa y además con la colocación estratégica de antiguos objetos que había encontrado en la vivienda, consiguió guiños al pasado.


Su objetivo principal era preservar todo aquello que proporcionaba identidad propia al piso, creando espacios abiertos, luminosos y cómodos. Ignacio consiguió ese objetivo con creces, y después de cuatro meses, él y su mujer se dieron cuenta de que se habían enamorado de ese entorno, y ese piso que iban a destinar al alquiler se convirtió en su vivienda.