Los datos estiman que en Europa hay diez millones de turistas de naturaleza con dedicación especial a la observación de aves, que se engloban en el llamado turismo ornitológico, conocido también como turismo de los birdwatchers (ojeadores de pájaros). Sin duda, nuestro país es un buen destino dado su enorme potencial en parques nacionales y reservas de la Biosfera como la que Menorca dispone desde hace veinte años. El ornitólogo Xavier Méndez lo sabe muy bien porque cada año recibe apasionados del avistamiento que viajan a nuestra isla con el propósito de dar rienda suelta a su pasión.
Y es que en variedad de especies, Menorca se encuentra equiparada con las mejores zonas de España con la suerte que aquí jugamos en un contexto favorecedor, donde los ecosistemas están muy entrelazados, las distancias a recorrer no son largas y el paisaje está muy bien conservado. S’Albufera des Grau es precisamente un punto estratégico de gran riqueza natural por sus características pero también el norte y sur de la isla, donde se puede identificar al ruiseñor común, al ruiseñor bastardo, el carricerín real o la curruca carrasqueña, entre otros.
Desde Menorca Walking Birds organizan programas a la carta que pueden abarcar desde jornadas de medio día, tres días o una semana. Los meses de abril y mayo son especialmente indicados para poder observar las migraciones primaverales desde la Isla del Aire. Unos tours de naturaleza, senderismo o birdwatching para acercarse no solo a las aves sino también a la fauna y la flora de la isla.