Fabio Tullini y Francesca Baroni no habían estado nunca en Menorca pero su flechazo de amor con la isla fue tan grande, que decidieron cambiar de inmediato su Bolonia natal por Mahón para empezar una nueva vida. Llegaron a principios del mes de febrero, un día típico de vendaval del norte que les retrasó el viaje en barco desde Barcelona durante tres días. Pero la fuerza del viento se convirtió en impulso para poder abrir su cafetería en pleno centro de la ciudad a mediados del mes de marzo.
Un gastrobar en el que tomar un desayuno a base de productos ecológicos, un aperitivo kilómetro cero o unas tapas de parmigiana hechas con queso de Mahón. Escogieron un precioso local que anteriormente se llamaba Antiqua Bar & Shoes y lo bautizaron con el nombre de Romero, en homenaje a este arbusto mediterráneo de propiedades medicinales que acompaña la mayoría de platos de nuestra cocina y que es también, augurio de suerte para quien lo toca.
Simpatía a raudales y un horario muy generoso que permite tomar un cruasán, un Aperol o incluso unas copas con los amigos contemplando como el atardecer va peinando la iglesia del Carmen o el Mercado Femenías. Para Fabio y Francesca, la ilusión se ha convertido en su motor de vida, instalados en Menorca desde el primer momento, con ganas de hacer más cosas pero también de disfrutar de la calidad de vida que compartimos todos en esta isla.
Nada más llegar aprovecharon para visitar a los productores de frutas, verduras y hortalizas con el objetivo de explicarles su proyecto. También vinieron a visitar nuestra oficina de Bonnin Sansó para que les ayudásemos a encontrar un local a medida y pudimos hacer realidad su sueño.